Unas ganas infinitas de explotar en llanto
de gritar de dolor
de romper ventanas y desaparecer puertas
de salir desbocados de nuestras prisiones
de cruzar las calles para llegar al otro lado
de fumarnos las colillas, de aspirar todos los polvos
de abrirnos el pecho y mostrarle a todos nuestro corazón
de gemir en silencio
acurrucados en la esquina más oscura del mundo
de sollozar porque nos han abandonado.
1 comentario:
he acumulado millones de colillas en mi cuerpo
y el silencio se hastió de mi dolor
a veces
sólo a veces
a veces sólo
a veces solo.
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